Rafael, el mejor papá, un emprendedor con mayúsculas, aventurero incansable y excelentísimo chef, abrió este restaurante hace 30 años. Formado en comercio en Santander, eligió el camino de la hostelería para poder disfrutar con su gran pasión, la cocina. Allá por los años 50, aprendió con los mejores chefs en Barcelona, etapa que culminó emigrando a Sudamérica donde llegó a ser el propietario de 5 restaurantes funcionando a la vez en diferentes países. De vuelta en España, en los años 70, tuvimos la suerte de que conoció a mamá, María Jesús con la que formó esta querida familia. Él nos enseñó a cocinar con cariño, a cuidar siempre la calidad de los productos y a valorar a nuestros clientes por encima de todo.